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jueves, 7 de junio de 2012

SEGMENTANDO QUE ES GERUNDIO: EL TUPPER DE BLACKIE

Hola de nuevo. El lunes pasado asistí al último(creo)tupper book de la temporada en la librería Laie. El invitado era a priori interesante para mi: se trató de Jan Martí, cabeza visible de la novedosa editorial barcelonesa Blackie books. Joven y contemporáneo, Jan habla en un tono más bien bajo, pausada y sosegadamente. Llega con un camisa y le traen un cerveza. Ninguno de los invitados anteriores pidió algo que no fuera agua. Desde un principio queda claro que Blackie es diferente. Comienzo comentando el nombre de la editorial ante un nutrido público(es la sesión a la que más gente ha acudido, y además cuenta con unas cuantas entusiastas fans treinteañeras entre la grey de congregados). Blackie era una perrita entrañable y muy longeva y la editorial tomó su nombre para dejar patente desde el principio su voluntad de inmortalidad, de permanencia en el tiempo. Nació hace dos años y medo y lleva 30 títulos publicados. La casa editorial está constituida por tres personas, dos editores y un miembro dedicado a prensa y medios de comunicación. En esto también se nota que Blackie es moderna, ya que un tercio de su personal se dedica a generar noticias, eventos y happenings. Jan comezó como becario en RBA y después pasó a ser editor independiente. Nos dice que quería generar un editorial que no se pareciera en nada a RBA. Todo comenzó cuando Jan encontró por causalidad un magnífico manuscrito "Cosas que los nietos deberían saber". El texto le cambió la vida y se dijo que era el proyecto perfecto para comenzar Blackie. Cosa curiosa, nos cuenta que lo contrató mediante una editorial falsa, fantasma, cuya estructura máscara inventó, facebook y demás cuestiones incluidas. El impulso que llevó a Blackie a nacer es la necesidad de compatir algo que pueda remover,tranformar la vida de los demás. Este es el leit-motiv de blackie. Detrás de la editorial hay una distancia irónica frente a la sociedad y el mundo. Esto lo he notado yo mucho sin siquiera leer un título. Parece claro que cumplen con una de las máximas de la edición moderna: primero has de crear una comunidad y luego editar para ella. Para Jan, otra de las claves de Blackie ha sido cuidar mucho el diseño, la vertiente objetual del libro. Frente a la avalancha digital que nos viene esta parece una decisión correcta, cuando no necesaria para sobrevivir. La idea además tenía otra vertiente: como los contenidos iban a diverger bastante era necesario que la presencia física fuera claramente reconocible, que un libro de blackie tuviera esa imagen de marca inconfundible. Por todo ello diversos elementos han sido elegidos a conciencia: la tapa dura, el papel mate,etc. Parece que esta apuesta ha sido exitosa ya que la gente ha respondido y colecciona libros de Blackie. Se establece, en palabras de Mártí,una conexión mágica, que genere confianza y permita crear seguidores fieles y así arriesgar con la publicación de libros más arriesgados en términos de rentabilidad. Jan tiene claro que se debe ofrecer un plus, un valor añadido con el libro. El elemento que sirve para premiar al lector puede ir desde un DVD, un prólogo de David Trueba u otro objeto afín. Me llamó la atención su reflexión sobre la fajas publicitarias de Blackie. Yo ya había detectado, también en este campo, la singularidad de su propuesta. Se han realizado fajas desplegables que forman un póster y se trata de que sean informativas y diferentes, que huyan del equilosado slogan tradicional rollero(300.000 ejemplares vendidos, 3a edición, el escritor más magnífico del siglo,etc). Cada vez que Jan habla pienso más que su apuesta se puede entender relacionándola con aquel libro del Alpha Decay(por cierto editorial vecina de Jan en la FLM,12)"La conquista de lo cool", del que aquí dimos noticia. Jan continúa su alocución pausada dando tragos largos a su cerveza diciéndonos que pretendió construir cierta base de público para luego arriesgar con gente más desconocida. También nos comente que han creado un comité de discusión, un sanedrín denominado "comité blackie" donde practican el "Beerstorming". "No es allò que vos penseu", afirma no obstante. Toda la exposición de Jan me parece esencialmente ambibalente. Por una parte sugiere que se emborrachan con cerveza para discutir apasionadamente sobre libros pero tampoco nos lo quiere dar a entender totalmente. Jan se balancea entre un ser y no ser...está claro que no quiere ser encasillado, que es en cierta forma un filósofo que predica a la contra, que apuesta por una sociedad crítica y desenfadada pero tampoco parece encontrarse cómodo del todo en este papel. Hace reir con sus chistes a las treinteañeras que ilusionadas han traido sus blackie a la reunión y nos comenta su agenda del fin del mundo, en la que podemos encontrar cientos de manesajes apocalípticos cada día. También nos muestra su anti-cuaderno de vacaciones santillana, que parodia aquellos odiados libretillos símbolo de los ratos más aburridos del verano, dentro del asueto constitudinal de los tiempos hetéreos de los Agostos inmortales de esta juventud setenta-ochentera que Jan alimenta. Aunque Jan es más joven que yo, según lo que he podido averiguar en internet, creo que edita y vive en un mundo más parecido al de los nacidos en el 75, carne de barrio sésamo y de la TV socialista-felipista que llegó a segregar la izquierdosa manipulación niñera conocida como "La bola de cristal", con su querida bruja avería y que dio voz a la movida con programas como tipo "Popgrama". Jan no insiste en que a él no le gusta explicar los libros, prefiere no entrar en el contenido y dejar libertad al lector. Nos comenta montajes contra-culturales que han creado para promocionar libros, como aquel que consistió en traer al italiano Leo Bassi para desarrollar un show antipapal el día de la visita de Benedicto XVI a Barcelona. Algunas pinceladas más: Blackie ha tratado de reponer en la agenda adulta la lectura de textos infantiles como Pippi Calzaslargas, que Jan considera un magnífico ejemplo de creatividad antiautoritaria, detentadora de una moral alternativa y propia. Jan insiste en lo esponténeo de su apuesta, nadie del equipo ha estudiado márketing. A pregunta de un miembro del público insiste en que no hay estrategia. Llega el momento en que yo toma la palabra brevemente para insistir en lo mío(si alguien más que yo asistiera a estas sesiones podría indentificarme fácilmente y acabaría llamándome "el tonto-de-la-distribución"). La respuesta a mis inquisiciones habituales fue la siguiente: la tirada, aunque se empezó con menos, es actualmente de unos 3000 ejemplares de media, aunque puede ir a 5000 y llegar a más en casos especiales. Jan nos dice que, gracias a la suerte que han tenido, cuenta con dos distribuidoras potentes como son Les puntxes y Machado, que les permiten estar presentes en los puntos de venta....el rollo termina, nadie más pregunta y Jan se despide con un "si no hi ha més preguntes poden anar a fer una cervesa". Con esta simpática invitación despedimos las sesiones de Tupper hasta la temporada siguente.

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